El panorama del fútbol chileno enfrenta una seria crisis luego de los incidentes ocurridos en el Estadio Nicolás Chahuán, que provocaron la suspensión del partido entre Unión La Calera y San Luis de Quillota por la Copa Chile 2025. Esta situación genera una gran inquietud en el gobierno, particularmente en el Ministerio de Seguridad Pública. El ministro Luis Cordero expresó con firmeza su preocupación, resaltando que no se titubeará en detener las actividades futbolísticas del país si no se cumplen las medidas de seguridad necesarias.
Cordero destacó que la responsabilidad principal recae sobre los organizadores y sus patrocinadores, quienes deben asegurar que los protocolos de seguridad sean claros y que se sigan las normativas legales vigentes. Además, subrayó la obligación de los clubes de garantizar la seguridad en los eventos que realizan, y criticó la falta de rigor en los partidos nacionales en comparación con los internacionales. Esta desigualdad en la aplicación de medidas refuerza el llamado urgente a asumir responsabilidades y acciones concretas para evitar que el fútbol chileno siga viéndose envuelto en hechos lamentables de violencia.
