El reciente retiro de suma urgencia al proyecto de ley sobre Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) por parte del Gobierno ha generado intensas críticas y debates en el escenario político chileno. Durante una tensa sesión en la Comisión de Seguridad, parlamentarios oficialistas expresaron su descontento debido a la falta de diálogo y una estrategia clara por parte del Ejecutivo. Este desencuentro pone en el centro de la discusión el principio de proporcionalidad en el uso de la fuerza, un tema sensible y crucial para el mantenimiento del orden público y los derechos humanos.
Esta ley, que ahora será discutida por la Cámara el próximo lunes, busca establecer un marco claro para el uso de la fuerza por parte de las policías y Fuerzas Armadas del país. Entre sus directrices más destacadas se encuentran principios fundamentales como la legalidad, necesidad y responsabilidad en las acciones de dichas instituciones. Además, el proyecto establece prohibiciones firmes contra actos de tortura, lo que apunta a una aplicación rigurosa de los derechos humanos en el marco de la seguridad pública.
El debate sobre el RUF no solo se centra en la legislación misma, sino en la dinámica política que ha reflejado la falta de consenso entre el Gobierno y el oficialismo. La retirada de la suma urgencia representa un retroceso temporal en la tramitación de una ley vital para definir los límites y condiciones del uso de la fuerza en momentos críticos.
