El reciente Papa León XIV es percibido como un líder que sigue las líneas trazadas por su predecesor, el Papa Francisco, centrando su liderazgo en causas de paz y la promoción de un diálogo abierto. Su compromiso con el medio ambiente es evidente, llamando a adoptar políticas más ecológicas en un mundo cada vez más consciente del cambio climático.
En el tema migratorio, muestra una sensibilidad particular hacia la situación de los migrantes venezolanos, una crisis humanitaria que sigue ocupando titulares alrededor del mundo. Hasta el momento, no ha dado declaraciones sobre conflictos como los de Gaza y Ucrania, pero se espera que mantenga el enfoque de unidad que caracterizó el papado de Francisco.
Sin embargo, su administración ya ha enfrentado críticas, especialmente en torno a los casos de abusos en la Iglesia. León XIV ha sido objeto de examen por su gestión en este sensible apartado. En asuntos relacionados con la comunidad LGBT, ha demostrado una actitud más conservadora que Francisco, expresando sus reservas sobre ciertos estilos de vida que, según él, pueden estar en contradicción con el evangelio.
A medida que León XIV se asienta en su rol, la expectativa es que continúe fomentando una cultura de encuentro mientras enfrenta los diferentes desafíos que surgen en la escena internacional, manteniendo así la relevancia y el protagonismo de la Iglesia Católica en debates actuales.
