En un contexto de creciente tensión entre India y Pakistán, ambos países están reforzando sus medidas de seguridad y defensa. India ha organizado simulacros para preparar a la población ante posibles ataques, comprobando la capacitación de civiles en el uso de sirenas antiaéreas, la eficacia de las infraestructuras y la efectividad de las medidas de evacuación.
Mientras tanto, Pakistán ha probado con éxito un nuevo misil balístico. Las acusaciones mutuas continúan, con señalamientos de violaciones al alto al fuego en la región de Cachemira, un punto conflictivo y de larga disputa entre ambas naciones.
India ha denunciado la implicación de Pakistán en un atentado en la localidad de Pahalgam, lo que ha llevado a la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, un acuerdo crucial que afecta a millones de personas en la región. Este delicado equilibrio pone en evidencia la complicada relación entre estos dos vecinos y la importancia de encontrar una solución pacífica y diplomática.
