En una trágica serie de eventos en la provincia de Guizhou, al suroeste de China, nueve personas han perdido la vida y 70 más han resultado heridas tras el vuelco de dos embarcaciones turísticas en un río de la ciudad de Qianxi. El incidente, que ocurrió el pasado domingo por la tarde, ha conmocionado al país y ha generado una rápida respuesta de las autoridades.
Según reportes de la televisión estatal CCTV, un total de 84 personas fueron arrojadas al agua cuando las embarcaciones se volcaron debido a los fuertes vientos que azotaban la región en ese momento. De los afectados, cuatro personas resultaron ilesas mientras que una sigue desaparecida, lo que ha incrementado los esfuerzos de rescate en la zona.
El presidente de China, Xi Jinping, ha instado a maximizar los esfuerzos de búsqueda y rescate para encontrar a los desaparecidos y brindar atención médica a los heridos. Además, Xi subrayó la imperiosa necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los lugares turísticos y cualquier punto de alta concentración de personas, como parte de las lecciones dejadas por este trágico accidente.
A pesar del alto número de víctimas, la investigación preliminar señala que las embarcaciones no estaban sobrecargadas en el momento del accidente, una información que despeja algunas de las preocupaciones iniciales sobre posibles negligencias.
Este lamentable suceso pone en relieve la vulnerabilidad ante fenómenos naturales y la importancia de contar con medidas preventivas robustas para garantizar la seguridad de los turistas, cuyo bienestar debe ser siempre prioritario en cualquier área de esparcimiento.
