La justicia chilena ha formalizado a Jonathan Morán, exgerente general de la papelera Dimar, en medio de una investigación por presuntas irregularidades financieras que superan los 30 millones de dólares. Este paso se dio el martes 15 de abril, cuando el magistrado Sebastián Zulch Barrios del 1º Juzgado de Garantía de Santiago ordenó medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual para el imputado.
La investigación ha arrojado que Dimar, controlada por la familia Ariztía Reyes, habría falseado sistemáticamente su patrimonio, lo que culminó en la quiebra de la empresa. Matías Balmaceda, abogado del estudio Balmaceda, Cox & Piña, junto a la firma Bruzzone & González, están impulsando esta causa para ampliar las responsabilidades penales hacia miembros del directorio, incluyendo a Francisco José Ariztía Reyes y otros directivos.
Balmaceda enfatizó que las acciones de Morán no son aisladas y que es improbable que haya actuado sin el conocimiento del directorio. La investigación también apunta a una relación fraudulenta entre Dimar y sus proveedores, quienes habrían sido engañados con estados financieros manipulados. La legislación sobre delitos económicos busca impedir que los directorios eludan su responsabilidad fiduciaria, según Balmaceda, como informó CNN Chile.
