El entorno económico global se ha visto intensamente afectado por las políticas comerciales de Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump. Un punto crítico ha sido el aumento de aranceles hacia China, lo que ha intensificado el conflicto comercial entre estas dos potencias. Este escenario está siendo examinado cuidadosamente, ya que Pekín contempla su respuesta a estas medidas.
Una de las acciones más comentadas es la posible prohibición de la distribución de películas estadounidenses en China. Este movimiento, que de concretarse impactará significativamente a Hollywood, busca contrarrestar el desgaste económico provocado por las estrategias de Washington. En 2024, las producciones de Hollywood generaron aproximadamente $585 millones en China, una porción significativa de la taquilla global.
Las repercusiones de un veto no se limitarían a los ingresos de taquilla; la medida también representaría un símbolo de resistencia ante las políticas estadounidenses. Además, China evalúa otras restricciones comerciales, como el bloqueo a productos agrícolas procedentes de Estados Unidos.
El gigante asiático ha calificado las acciones estadounidenses como “chantaje” y ha prometido que no cederá ante las presiones. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Lin Jian, reafirmó que, aunque China no busca conflictos, está preparada para enfrentarlos.
Esta posible sanción cultural podría marcar un hito en las relaciones comerciales y culturales entre ambos países. Superproducciones como Jurassic World: Rebirth y la próxima Misión Imposible podrían ver comprometido uno de sus mercados más lucrativos, lo que sin duda generará un impacto considerable en sus recaudaciones.
