El panorama para el presidente argentino Javier Milei se torna cada vez más complicado. A raíz del aumento de aranceles anunciado por Donald Trump, que ha sacudido las bolsas a nivel global, Milei se enfrenta a serios desafíos tanto económicos como políticos. En una reciente conversación, el economista Ramiro Castiñeira explicó que la estrategia de Trump busca forzar a las naciones a negociar, priorizando objetivos geopolíticos sobre el libre comercio.
Esta decisión ha desatado una ola de pánico en los mercados, impactando negativamente en una economía argentina ya frágil, cuya estabilidad depende en gran medida del ingreso de divisas desde Vaca Muerta y la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno argentino reconoce que se avecinan días difíciles, con un incremento en el riesgo país y una posible caída de la actividad económica.
En respuesta a estos desafíos, Argentina ya ha iniciado conversaciones con la Casa Blanca, buscando establecer un acuerdo que reduzca los aranceles a cero. Sin embargo, Milei, como presidente pro tempore del Mercosur, debe navegar esta delicada situación, dado que el bloque tiene un arancel aplicado del 35% hacia Estados Unidos.
A lo interno, Milei debe lidiar con una ofensiva del kirchnerismo que busca desafiar su gobierno en el Congreso. La oposición, envalentonada tras ciertos triunfos legislativos, ha acordado una agenda estratégica que pone presión sobre su administración, mientras el gobierno considera un decreto de desburocratización para intentar retomar la iniciativa política.
El tiempo apremia para Milei, quien no solo enfrenta problemas externos, sino que también debe consolidar su liderazgo interno ante un escenario de creciente descontento social y falta de apoyo en sectores clave del legislativo.