En un escenario marcado por la incertidumbre política, el Partido Socialista (PS) se aferra a la idea de tener una candidatura propia, a pesar de las presiones que recibe desde el Partido Por la Democracia (PPD). Jaime Quintana, senador y timonel del PPD, advirtió sobre el riesgo de una división en primarias dentro del Socialismo Democrático, frente a una posible coalición con el Partido Comunista y el Frente Amplio. Quintana incluso ha sugerido un acercamiento con los socialistas, asegurando que están dispuestos a hacer gestos de unidad.
Por su parte, el diputado Raúl Soto del PPD, ha señalado que la posible candidatura de Paulina Vodanovic podría ser contraproducente, sugiriendo que el PS podría “dispararse en los pies”, recordando que en una primaria oficialista, su partido podría no estar al nivel esperado. La controversia crece a medida que Vodanovic convoca a su mesa directiva para discutir el futuro presidencial.
El senador socialista Juan Luis Castro ha instado a no temer a la competencia interna, argumentando que un aumento en el número de candidaturas no es negativo. Para Castro, la unidad del oficialismo es clave y sugiere que la competitividad es una oportunidad para fortalecer al partido dentro del ecosistema político.
Mientras tanto, analistas como Alejandro Olivares de la Universidad de Chile, apuntan a que el PS parece tener como prioridad las elecciones parlamentarias más que la presidencial, buscando consolidar su posición a nivel territorial. A su vez, el ex presidente del PS, German Correa, se sumó a esta crítica, sugiriendo que la búsqueda de una candidatura presidencial puede ser parte de un juego de poder en el que el PS intenta elevar su estatus ante el oficialismo.