Un devastador incendio sacudió la comuna de Recoleta en la mañana de este jueves, consumiendo un cité y varios locales comerciales. La magnitud del siniestro provocó que numerosas compañías de Bomberos se movilizaran para controlar las llamas, y cerca de 20 familias tuvieron que abandonar sus hogares ante la inminente adversidad.
El denso humo generado por el fuego era visible desde diversos puntos de Santiago, lo que llevó a la evacuación también de los estudiantes de un liceo cercano, poniendo en evidencia la gravedad de la situación.
Ante la perturbadora emergencia, la Seremi de Salud de la Región Metropolitana emitió una serie de recomendaciones para salvaguardar la salud pública. Se aconsejó evitar realizar actividad física, cerrar ventanas y puertas y cubrir las rendijas con paños húmedos para minimizar la entrada de humo en los hogares. Especial atención se prestó a la población vulnerable, incluyendo niños, embarazadas, adultos mayores y personas con problemas respiratorios, instándolos a permanecer en interiores y utilizar mascarillas.
Esta situación resalta no solo la necesidad de una respuesta rápida ante emergencias, sino también la importancia de la prevención y preparación para incidentes de este tipo en Santiago, una ciudad que, a pesar de su progreso, todavía enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad y salud pública.
