En un movimiento sin precedentes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, anunció la cancelación de más de 300 visas a manifestantes caracterizados como “lunáticos” en una ofensiva dirigida contra el activismo antiisraelí en las universidades de Estados Unidos. Durante una conferencia en Guyana, Rubio afirmó: “Lo hacemos a diario, cada vez que encuentro a uno de estos lunáticos”.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la administración ha implementado tácticas agresivas contra aquellos estudiantes que lideran protestas en los campus en contra de Israel, especialmente en el contexto de la reciente guerra en Gaza. Un caso notorio es el del líder de las manifestaciones en la Universidad de Columbia, Mahmoud Khalil, quien fue arrestado y se le inició el proceso de deportación a pesar de su estatus de residente permanente.
Asimismo, se expuso un nuevo incidente en la Universidad Tufts, donde una estudiante de doctorado turca, Rumeysa Ozturk, fue arrestada tras publicar un artículo en el que solicitaba el reconocimiento de un “genocidio” contra los palestinos. Rubio subrayó que el gobierno no otorgará visas a quienes intenten utilizar su estatus en Estados Unidos para participar en actividades que perturben el orden en las universidades.
La congresista demócrata Ayanna Pressley ha criticado al gobierno de Trump, argumentando que se están vulnerando los derechos de los estudiantes con estatus legal, al calificar la detención de Ozturk como una violación de sus derechos constitucionales. La administración, por su parte, defiende que la libertad de expresión no se aplica a los ciudadanos extranjeros y que estas medidas son necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes judíos en los campus.