El presidente boliviano, Luis Arce, ha anunciado que su país está listo para iniciar una nueva era en las relaciones con Chile, centrada en el antiguo reclamo de una salida soberana al mar. Esta declaración llega 146 años después de la Guerra del Pacífico, que privó a Bolivia de su acceso al océano.
Durante su anuncio el 23 de marzo, coincidiendo con la conmemoración de la Defensa de Calama, Arce subrayó la importancia de que Bolivia comprenda los procesos iniciados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) acerca de este tema. “Ingresaremos en una nueva etapa en nuestras relaciones con Chile, en la que nuestro derecho a una salida soberana al mar será lo más importante”, afirmó el mandatario.
La Corte de La Haya ya había instado a Chile en 2018 a mantener un diálogo constructivo para encontrar soluciones. Desde el gobierno de Arce, se han ejecutado diferentes estrategias que buscan estrechar la comunicación con Santiago, sin por ello renunciar al reclamo marítimo.
Pese a estas tensiones históricas, se busca también normalizar las relaciones con el presidente Gabriel Boric, a través de la colaboración en temas como la lucha contra el contrabando y el crimen organizado. Arce afirmó que, desde su llegada al poder, se han implementado medidas para agilizar el comercio entre ambos países, mejorando la atención en los pasos fronterizos.
Este llamado a la acción revisita un tema que ha sido un ladrillo en la construcción de la identidad nacional boliviana, a la vez que se dibujan nuevas posibilidades de cooperación en la región. El desafío de Bolivia es obtener un acceso soberano que reemplace los acuerdos históricos, tal como el Tratado de 1904 que definió los actuales límites territoriales.