La Contraloría ha sacudido el escenario de la Dirección de Vialidad en Valparaíso tras detectar irregularidades que involucran a funcionarias que en lugar de rendir cuentas, han ascendidos a cargos de jefatura. Todo esto, a pesar de las graves acusaciones, que incluyen pago de horas extras injustificadas, viáticos no comprobados y la asistencia marcada en días libres.
Un caso que destaca es el de Nicolle Vicencio Huerta, quien no solo cumplía funciones administrativas, sino que fue acusada de aprobar horas extras para familiares cercanos, siendo su padre y el pareja de su prima los beneficiarios de estas prácticas poco ortodoxas. A pesar de las observaciones realizadas por la Contraloría y la orden de un sumario, Vicencio ha logrado ascender a un cargo superior, lo que pone en duda la seriedad de las administraciones que deben velar por la transparencia en el uso de recursos públicos.
Este tipo de situaciones no solo alimentan la desconfianza hacia las instituciones gubernamentales, sino que también crean un terreno fértil para la crítica a la gestión actual que, en lugar de tomar medidas contundentes, parece optar por la impunidad. Mientras las investigaciones continúan, algunos de los involucrados aún mantienen posiciones de responsabilidad, lo que deja en evidencia una alarmante falta de control interno.
