Una polémica ha estallado en la administración del expresidente Donald Trump debido a un grave error de comunicación. Recientemente, se reveló que un periodista fue agregado por accidente a un grupo de chat privado donde se discutían planes secretos de ataque contra los rebeldes hutíes en Yemen. Esta filtración, recogida por la revista The Atlantic, ha encendido las alarmas dentro de la Casa Blanca, que ha iniciado una investigación para esclarecer cómo ocurrió este traspiés.
El propio Trump ha declarado desconocer la inclusión del periodista en este chat, lo que da pie a cuestionar la seguridad de la información en su administración. Personalidades como JD Vance y Pete Hegseth han expresado su preocupación por las implicaciones de esta filtración, que podría afectar tanto las estrategias militares como la imagen pública del expresidente.
El periodista Jeffrey Goldberg, quien estuvo presente en estos intercambios, confirmó la veracidad de los planes, tras haber sido testigo de explosiones en Yemen. Este incidente pone de relieve las vulnerabilidades en la comunicación interna cuando se trata de estrategias tan delicadas como la guerra.
La situación plantea interrogantes sobre el manejo de la información en momentos críticos y podría tener repercusiones significativas en la política exterior estadounidense y su enfoque hacia Medio Oriente.
