El director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, ha salido al paso de las críticas formuladas por la Contraloría en relación al funcionamiento del sistema de bloqueo de señales telefónicas en las cárceles, específicamente en el recinto de Pedro Montt. En un informe reciente, la Contraloría documentó diversas fallas que permiten a los reos hacer uso de teléfonos móviles, alertando sobre la ineficacia del sistema implementado.
Urra, sin embargo, defendió la operatividad del sistema, asegurando que ha estado “siempre funcionando”. Durante su intervención, ofreció cifras que respaldan esta afirmación, indicando que hasta la fecha se han bloqueado más de 51,000 chips y alrededor de 32,000 celulares y módems. Estas cifras parecen contradecir las conclusiones del Informe Reservado 642, donde se evidencian serias irregularidades en la gestión.
El director de Gendarmería afirmó que “todos los establecimientos están siendo abordados”, y que el proceso de bloqueo de señales, así como la confiscación de dispositivos, continúa de manera efectiva. Además, destacó que las observaciones realizadas por la Contraloría serán incorporadas en futuras licitaciones, con el objetivo de mejorar el sistema.
A pesar de la defensa presentada por Urra, la realidad en las cárceles y el uso irregular de teléfonos por parte de los internos sigue siendo un tema preocupante que exige la atención y acción inmediata de las autoridades competentes.
