El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, se mostró profundamente consternado tras el doble homicidio de un matrimonio en Graneros, región de O’Higgins. En una reciente intervención en “La Mañana de Agricultura”, no solo recordó a los agricultores Rodrigo González y Carolina Calleja, sino que también hizo una dura crítica a la creciente ola de violencia que afecta el sector rural.
Walker explicó que durante los últimos dos años han sido numerosas las denuncias por homicidios, asaltos a hogares y robos de maquinaria. “Consternados nos encontramos, y la violencia rural es una realidad que hemos denunciado repetidamente”, afirmó el líder gremial. Destacó la necesidad de brindar seguridad para que los agricultores puedan desarrollar sus proyectos sin temor a sufrir ataques.
El rostro de la agricultura chilena se ha oscurecido, y Walker lamentó la pérdida de agricultores en diversas regiones: “Hemos perdido dos agricultores en Malleco, uno en Casablanca y otro en Colchagua. La violencia está azotando a nuestra gente”. Cuestionó, además, la falta de apoyo policial en el mundo rural, señalando que los agricultores se sienten desprotegidos y vulnerables ante el crimen organizado.
Walker no se detuvo ahí; incluso afirmó que “estamos enfrentando a bandas de crimen organizado” que utilizan tecnología avanzada y así amenazan la estabilidad del sector agrícola. “Cuentan con drones para planear sus asaltos y están armados con armas de alto calibre”, subrayó. La situación ha alcanzado niveles insostenibles, y el llamado a las autoridades es claro: la seguridad debe ser una prioridad en el mundo rural.