El sur de Chile quedó en silencio digital este sábado, cuando un corte intencional en la fibra óptica austral dejó a miles sin telefonía ni internet en las regiones de Aysén y Magallanes. Clientes de Entel, Movistar, Wom y algunos de Claro experimentaron lo que es vivir desconectados en pleno siglo XXI.
El alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, no tardó en señalar el acto vandálico como culpable. Según un informe preliminar de Senapred, el incidente ocurrió en el kilómetro 3 de la ruta V660, en la región de Los Lagos, afectando tanto la fibra principal como su respaldo. ¿Quién necesita enemigos cuando tenemos nuestra propia infraestructura tan vulnerable?
El comercio sufrió las consecuencias: sin transacciones electrónicas ni cajeros automáticos operativos, volvimos al efectivo—si es que alguien tenía. Los servicios de emergencia, sin comunicación, recurrieron a la radio, como en los viejos tiempos.
Finalmente, cerca de las 21:00 horas, el servicio comenzó a restablecerse paulatinamente. ¿Una lección aprendida o un llamado de atención sobre nuestra dependencia digital?
