El ministro de Comercio chino, Wang Wentao, ha anunciado que China está dispuesta a “luchar hasta el final” en la guerra comercial provocada por los aranceles de Donald Trump. Al parecer, los aranceles estadounidenses están haciendo temblar la economía mundial y amenazan con socavar el ya rezagado crecimiento del gigante asiático.
Wang Wentao advirtió que estos aranceles podrían perturbar “la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales, obstaculizando así el desarrollo de la economía mundial”. Mientras tanto, Trump continúa su camino, imponiendo aranceles adicionales a todas las importaciones chinas, como si eso no tuviera consecuencias globales.
Desde Pekín, Wang declaró: “Si Estados Unidos continúa por este camino equivocado, lucharemos hasta el final”. Parece que la paciencia de China se está agotando, y no es para menos. Con una meta de crecimiento del 5% para este año, China necesita estabilidad, no más obstáculos.
¿Será que Trump subestima la determinación china? El presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Zheng Shanjie, confía en alcanzar la meta de crecimiento a pesar de la “creciente incertidumbre” en el entorno internacional. Pero la pregunta sigue siendo: ¿A qué costo?