El orden global se resquebraja mientras Trump desnuda la farsa ucraniana: «Jugás a la tercera guerra», le espetó a Zelenski. La OTAN, ese club subsidiado por EEUU, ahora baila al ritmo de Moscú y Washington. Rusia negocia directamente con el verdadero poder, dejando a Europa como espectadora de lujo… con boleta.
Mientras Zelenski, ex títere convertido en chivo expiatorio, pierde su aura bélica, Milei cosecha su propio ridículo: su criptoestafa en portada del NYT lo pinta de aprendiz de caudillo. La macroeconomía argentina, atada con alambres y préstamos del FMI, anticipa el derrumbe: cuando el dólar se desplome, ni los memes salvarán al libertario. ¿Le quedará tiempo para imitar el ‘exit stage left’ de su ídolo ucraniano?