Donald Trump sacudió el tablero geopolítico al revocar la licencia que permitía a Chevron operar en Venezuela. ‘Revertimos las concesiones del corrupto Biden’, declaró en Truth Social, acusando al régimen de Maduro de incumplir acuerdos migratorios y electorales.
La medida, que elimina desde marzo el permiso otorgado en 2022, amenaza un ingreso clave para Venezuela: $4.000 millones en dos años según Ecoanalítica. ‘Chevron ha sido crucial para la estabilización macroeconómica’, advirtió Asdrúbal Oliveros a Bloomberg.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez tildó la decisión de ‘lesiva’, mientras Chevron evalúa implicaciones. Ironías de la diplomacia: en enero, el enviado Trump Richard Grenell posaba con Maduro tras liberar presos y negociar deportaciones. Pero para el exmandatario, el ‘acuerdo ineficaz’ de Biden merecía el hacha.