En una decisión que promete agitar el escenario político boliviano, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha confirmado que el expresidente Evo Morales no estará en la lista de candidatos para las próximas elecciones generales programadas para el 17 de agosto. La razón principal: la anulación de la personería jurídica del partido ‘Pan-bol’, lo que impide a Morales, quien ya gobernó entre 2006 y 2019, aspirar nuevamente a la presidencia.
A pesar de su firme intención de volver al poder y apoyando protestas con bloqueos de caminos, Morales se enfrentó a un insuperable obstáculo judicial: la normativa vigente que prohíbe más de una reelección. Óscar Hassenteufel, presidente del TSE, fue claro al recordar que Morales no puede ser considerado sin un partido que lo respalde.
La elección toma otra dimensión con la participación de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, quien se presenta como un importante contendiente por la izquierda, alejado de sus antiguos aliados Morales y el actual presidente Luis Arce. Junto a él, figuran nombres como el exministro Eduardo del Castillo y la alcaldesa Eva Copa.
En cuanto a la derecha, la batalla electoral será liderada por Samuel Doria Medina, quien, según las encuestas de Ipsos CIESMORI, encabeza la intención de voto con un 19,1%. Completan el cuadro candidatos reconocidos como el expresidente Jorge Quiroga y el alcalde Manfred Reyes Villa.
La contienda electoral en Bolivia promete ser un terreno fértil para nuevas alianzas y conflictos, en un contexto de creciente inestabilidad económica y social que podría redefinir el futuro político del país andino.
