Por Claudia Molina B.| Factos Reportajes

En medio de crecientes cuestionamientos sobre el uso y posible abuso del sistema de licencias médicas en el país, debido al Informe emanado por la Contraloría General de la República, una nueva alerta se enciende desde los servicios públicos. La Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) publicó su “Informe anual de emisores de licencia médica electrónica 2024”, revelando datos que no sólo preocupan a las autoridades sanitarias, sino que también podrían detonar reformas en el sistema de subsidios por incapacidad laboral.

Durante 2024, se emitieron 8.049.791 licencias médicas electrónicas (LME) en Chile, cifra que representa un aumento del 2,1% respecto al año anterior. De ese total, el 82,9% fue tramitado por beneficiarios del sistema público (FONASA), mientras que el 17,1% correspondió al sector privado (ISAPRE). Detrás de estas cifras se oculta una concentración alarmante: sólo el 0,6% de los profesionales de la salud —309 de un total de 50.913— emitieron más de 1.600 licencias en un año.

| Fuente: SUSESO, Informe Anual de Emisores de Licencia Médica Electrónica 2024

Y el dato más inquietante: 11 profesionales llegaron a emitir más de 5.000 licencias médicas en 2024. Esto significa que, en promedio, realizaron más de 13 licencias por día durante todo el año, incluidos fines de semana y festivos. Según el informe, el 81,8% de estos emisores extremos son médicos extranjeros y ninguno de ellos posee una especialidad médica.

| Fuente: SUSESO, Informe Anual de Emisores de Licencia Médica Electrónica 2024

Un gasto millonario en manos de unos pocos

El costo en subsidios de incapacidad laboral (SIL) también refleja esta disparidad. Mientras el 99,4% de los profesionales, que emitieron menos de 1.600 licencias al año, concentraron el 90,9% del gasto total, el grupo restante —el 0,6%— concentró un 9,1% del gasto total. En otras palabras, una mínima fracción de los emisores maneja cifras considerables de dinero público en subsidios laborales.

Los días promedio prescritos por licencia también muestran diferencias preocupantes. Mientras el promedio general se mantiene en 13,6 días por licencia, en el caso de los 11 médicos que emitieron más de 5 mil licencias, el promedio asciende a 22,3 días.

| Fuente: SUSESO, Informe Anual de Emisores de Licencia Médica Electrónica 2024

Sin especialidad y con foco en salud mental

Uno de los hallazgos más relevantes es el vínculo entre el tipo de diagnóstico y el volumen de licencias. En el tramo de profesionales que emitieron más de 5 mil licencias al año, el 80,7% correspondió a diagnósticos de trastornos mentales. Esta cifra contrasta con el 27,6% en el tramo de menor emisión. Además, se identificó que el 100% de estos emisores extremos no cuentan con especialidad médica, lo que abre interrogantes sobre la rigurosidad del proceso de evaluación y emisión.

| Fuente: SUSESO, Informe Anual de Emisores de Licencia Médica Electrónica 2024

Investigar comportamientos inusuales

La superintendenta de Seguridad Social, Pamela Gana, en la presentación del Informe Anual de Emisores de Licencias Médicas Electrónicas 2024, fue clara al señalar que: “En los casos en que se observe un comportamiento poco usual en la emisión de licencias médicas, como Superintendencia investigamos a dichos profesionales para determinar posibles sanciones”. Además, recordó que la normativa vigente permite inhabilitar preventivamente a quienes presenten irregularidades, exigiéndoles un nuevo proceso de enrolamiento para continuar emitiendo licencias.

Más allá del abuso: el colapso silencioso de la salud mental en Chile

Aunque la emisión desproporcionada de licencias médicas por parte de un grupo reducido de profesionales sin especialidad ha levantado alarmas sobre eventuales irregularidades, el fenómeno no puede analizarse al margen del colapso del sistema de salud mental en Chile. Según el último informe del Observatorio de Salud Mental (abril 2025), más del 50% de la población chilena presenta síntomas compatibles con ansiedad o depresión, el 77% vive con estrés constante y un 33% de los hombres ha pensado en suicidarse en el último año. A esto se suma la precariedad del sistema: hay sólo 1.098 psiquiatras en el sistema público y los usuarios enfrentan listas de espera que pueden superar los 300 días. En ese contexto, el 80,7% de las licencias emitidas por el grupo que supera las 5 mil licencias anuales corresponde a diagnósticos de salud mental, revelando tanto un uso instrumental de la licencia médica como la incapacidad del sistema para responder a una verdadera emergencia emocional. No se trata sólo de un posible fraude administrativo, sino también de una crisis sanitaria y política sin respuesta.