Un trágico suceso envuelve nuevamente la frontera norte de Chile. Un migrante colombiano de 33 años encontró la muerte en la inhóspita localidad de Colchane, en la región de Tarapacá, mientras intentaba ingresar al país a través de un paso clandestino en Pisiga Carpa. Esta zona es conocida por sus extremas condiciones climáticas, donde las temperaturas pueden llegar a ser sofocantes durante el día y descender abruptamente a niveles bajo cero por la noche.
La Brigada de Homicidios, encargada de investigar el caso, descartó rápidamente la intervención de terceros. En sus indagaciones, revelaron que el individuo contaba con antecedentes por ingreso ilegal al país y una expulsión previa en 2022 relacionada con delitos de drogas. Este trágico evento subraya una vez más los peligros que enfrentan aquellos que, buscando un mejor futuro, optan por rutas irregulares y peligrosas.
Las autoridades han reiterado la importancia de abordar el tema migratorio con un enfoque que combine seguridad y humanidad, considerando las complejidades y los riesgos involucrados en estos movimientos. Este caso no solo plantea un reto a nivel de seguridad fronteriza, sino que también requiere una reflexión sobre las condiciones que empujan a los migrantes a tomar estas decisiones tan arriesgadas.