El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reforzó su determinación de que el Ejército tome el completo control de la Franja de Gaza en medio de intensos y masivos combates en la región. En un comunicado divulgado a través de su cuenta de Telegram, Netanyahu afirmó que “no vamos a ceder” y subrayó que para lograr el éxito, Israel debe proceder sin interrupciones.
Ante la posible retirada de apoyo internacional a Israel debido a preocupaciones sobre hambrunas en Gaza, Netanyahu tomó la “difícil” decisión de permitir una entrada “mínima” de ayuda al enclave. Esta medida busca evitar que el sufrimiento de la población afecte el respaldo militar y diplomático que Israel recibe de sus aliados, principalmente de Estados Unidos.
“Difícil” resulta un eufemismo para la situación, considerando que la entrada de suministros humanitarios a Gaza ha estado bloqueada durante más de dos meses. Sin embargo, el temor a visualizar “imágenes de hambruna masiva” ha llevado al gobierno israelí a recalibrar su estrategia.
Netanyahu precisó que aunque se permitirá cierta entrada de suministros, este proceso será controlado y limitado a una serie de puntos en el sur del enclave, asegurados por las fuerzas israelíes. Este plan cuenta con el apoyo de Estados Unidos, sin embargo, ha sido rechazado por la ONU, que ha estado a cargo de distribuir la ayuda en Gaza hasta el momento.
El líder israelí afirmó que esta decisión, si bien compleja, es necesaria para lograr la “victoria total” en Gaza y destruir completamente a Hamás, grupo gobernante del enclave y considerado una organización terrorista por varias naciones occidentales. Netanyahu advirtió que este proceso tomará tiempo, pero reafirmó su compromiso de cumplirlo.