Un reciente informe del Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ha generado un inusual choque con el gobierno chileno al recomendar que se pausen los cambios en la meta de Balance Estructural, sugiriendo que se enfoque en ajustes del gasto público. Esta recomendación ha sido interpretada como una intromisión en las decisiones del Ejecutivo por parte del ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El ministro Marcel subrayó que el manejo de la política fiscal es competencia exclusiva del Ejecutivo, sugiriendo que las recomendaciones del CFA exceden su rol consultivo. Esta postura ha sido cuestionada por diversas figuras políticas, incluyendo al diputado Felipe Donoso (UDI), quien ha criticado la actitud del gobierno por ser “soberbia” y poco autocrítica.
Por otro lado, la senadora Ximena Rincón (Demócratas) calificó la situación como grave y solicitó al ministro Marcel tomar en consideración las recomendaciones del CFA. Esta divergencia ha avivado un debate entre oficialismo y oposición respecto a la transparencia y la objetividad de las instituciones fiscales. Mientras Donoso teme que el rechazo a estas recomendaciones proyecte una señal negativa a nivel internacional, la discusión interna sigue creciendo, con voces como la del diputado comunista Boris Barrera, quien ha acusado al CFA de falta de objetividad.
En medio de estas tensiones, se espera que la presidenta de la Comisión Especial Mixta de Presupuesto cite a las partes involucradas para esclarecer la situación. Un desenlace temprano podría evitar un mayor desgaste institucional y reafirmar el compromiso con la estabilidad financiera del país.
