Este domingo, el gobierno de Javier Milei se enfrenta a su primera prueba electoral significativa en Buenos Aires. En la contienda por elegir legisladores, el presidente de orientación ultraderechista ha depositado gran confianza en su vocero, Manuel Adorni, encabezando la lista de La Libertad Avanza (LLA).
El panorama electoral es complejo, con más de 2,5 millones de personas habilitadas para votar y una variedad de 17 listas partidarias compitiendo por 30 de los 60 puestos en la Legislatura capitalina. Sin embargo, la lucha no solo es contra el tiempo de administración del PRO en esta región, sino también contra las divisiones internas dentro del propio espectro de derecha.
La elección, que en condiciones normales sería de bajo perfil, ha ganado relevancia nacional debido a la participación activa de Milei. Su campaña y la del candidato Adorni se centran en reformar las políticas migratorias y reducir los aranceles de importación para dispositivos electrónicos, entre otras promesas. Un eslogan destacado de su campaña ha sido: “Adorni es Milei”.
El PRO, partido del expresidente Mauricio Macri, por su parte, enfrenta desafíos internos y una posible fragmentación de sus seguidores. Mientras tanto, el peronismo, liderado por Leandro Santoro, busca capitalizar esta división en un territorio que tradicionalmente les ha sido adverso.
La importancia de este proceso electoral está además en su potencial para definir futuras alianzas y la estabilidad de las relaciones entre LLA y el PRO, especialmente de cara a futuros comicios de mayor envergadura previstos para octubre. El desarrollo de estas elecciones pondrá a prueba el peso político de Milei y el impacto de su gestión en la ciudad más poblada de Argentina.