El ejército israelí ha intensificado sus ataques en la Franja de Gaza con el objetivo de obtener control operativo en las áreas del territorio, en un esfuerzo por preparar la expansión de sus operaciones militares. Este anuncio fue realizado el sábado, revelando una serie de ataques masivos y una movilización de tropas concentrada principalmente en el norte de la Franja.
En un comunicado difundido, se afirma que estos ataques buscan liberar rehenes y desmantelar la estructura de Hamás, considerada una organización terrorista por Israel. Las operaciones han resultado en cerca de 300 muertes desde la medianoche del miércoles, con el bombardeo del viernes cobrando más de 100 vidas, especialmente en el campo de refugiados de Jabalia y la localidad de Beit Lahia.
En respuesta a estas acciones, Hamás ha acusado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de ejecutar un genocidio. En tanto, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha calificado la ofensiva como una “limpieza étnica”, condenando la destrucción de infraestructura esencial y el ataque a hospitales, como el Hospital Europeo de Jan Yunis. Según Türk, estas acciones podrían estar buscando un cambio demográfico permanente en Gaza, lo que contraviene las leyes internacionales.
Paralelamente, informaciones desde Estados Unidos señalan que la administración de Donald Trump estaría considerando trasladar a un millón de palestinos a Libia, a cambio de descongelar activos económicos del país africano. La situación sigue generando tensiones internacionales, con llamados a detener las hostilidades y asegurar la asistencia humanitaria.
