El Palacio Legislativo de Uruguay se encuentra tensado por un ambiente de solemnidad y emotividad, al acoger el velatorio del expresidente José ‘Pepe’ Mujica, tras su fallecimiento este martes a los 89 años. Miles de personas han rendido homenaje al exmandatario, conocido por su vida austera y sus convicciones políticas.
Ayer miércoles, el Presidente de Chile, Gabriel Boric, se desplazó desde Santiago a Montevideo para asistir al velorio, mostrando el respeto y la conexión que Mujica sostenía con las naciones de la región. Durante su visita, Boric fue captado junto a Lucía Topolansky, viuda del carismático líder uruguayo.

El cortejo fúnebre que se realizó durante esta tarde, será el último día de acto público. Según se ha informado, los restos de Mujica serán finalmente cremados en una ceremonia privada, un gesto que respeta la privacidad y humildad del líder que marcó la historia reciente de Uruguay.
Mujica, cuyo legado se expande más allá de las fronteras de su país, mantuvo una especial relación con Chile, evidenciada en múltiples iniciativas de cooperación e intercambio cultural durante su mandato. Su partida deja un vacío en la política latinoamericana que será difícil de llenar.