En el marco del cuarto ciclo de negociaciones llevado a cabo en Omán, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi, dejó claro que el derecho de Teherán a enriquecer uranio es “no negociable”. Estas declaraciones se producen en medio de tensiones continuas con Estados Unidos, que insiste en que Irán debe detener su programa de enriquecimiento de uranio.
Desde un punto de vista iraní, el enriquecimiento de uranio es considerado un hito nacional y una fuente de orgullo. Irán mantiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos, buscando principalmente el desarrollo de energía nuclear civil. En este contexto, Teherán busca un alivio significativo de las sanciones que pesan sobre el país como parte de las negociaciones.
Estados Unidos, por su parte, se mantiene firme en sus demandas de detener el enriquecimiento de uranio, subrayando preocupaciones sobre las posibles aplicaciones militares de un programa nuclear sin las restricciones adecuadas.
Este nuevo ciclo de diálogo entre ambas naciones sigue siendo complejo, con expectativas de que ambas partes puedan llegar a un consenso que permita continuar con la relación diplomática de manera más constructiva.