En un impactante reporte revelado por Cuarto Poder, tres sobrevivientes de abuso sexual han denunciado el encubrimiento de sus casos por parte del cardenal Robert Prevost. Este alto funcionario de la Iglesia Católica, encargado en su momento del obispado de Chiclayo, habría ignorado las acusaciones contra el sacerdote Eleuterio Vásquez Gonzales, a pesar de la admisión de culpa del agresor.
Una de las denunciantes, Ana María Quispe, relató el calvario que sufrió a la corta edad de nueve años cuando fue atacada en una casa parroquial. Otra víctima, ex catequista, narró un patrón similar de abusos a manos del clero. A pesar de las confesiones, el único ‘castigo’ fue la reubicación del sacerdote en otra sede.
La actitud de Prevost ha generado polémica, especialmente considerando que ocupa actualmente un puesto de gran influencia en el Vaticano, como consejero del Papa Francisco para la selección de obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Las tres sobrevivientes han luchado por que sus casos lleguen a un abogado canónico, pero hasta ahora sus peticiones han sido ignoradas.
Contrariamente a las expectativas de justicia, las denuncias fueron archivadas por falta de pruebas y prescripción, según lo comunicado a Cuarto Poder por la diócesis de Chiclayo. Esta situación resalta la difícil batalla que enfrentan las víctimas para obtener reconocimiento y justicia en la Iglesia.
Este escándalo se suma a controversias anteriores como la del Sodalicio de Vida Cristiana, la cual sacudió a la Iglesia en Perú desde su revelación en 2015. La Comisión Vaticana llegó al país para investigar, pero las soluciones siguen tardando en llegar, mientras el clamor por justicia sigue resonando entre las víctimas.
