La Contraloría General de la República emitió un dictamen que pone en entredicho la renuncia de Emilia Ríos como alcaldesa de Ñuñoa, señalando que no se cumplió con el procedimiento legal establecido. Según el órgano contralor, la dimisión de Ríos debió ser conocida y aceptada por el Concejo Municipal, conforme a lo estipulado por la normativa vigente.
A pesar de que Ríos argumentó querer postular a un cargo de elección popular como motivo para su renuncia, su nombramiento como subsecretaria del Deporte al día siguiente contradice el uso de dicha causal, dado que no se encaminó hacia una postulación electoral. Contraloría especifica que su renuncia no se ajustó a lo que establece la letra d) del artículo 60 de la ley N° 18.695, que permite omitir la aprobación del concejo solo para candidaturas.
Además, se destaca la incompatibilidad del cargo de alcalde con cualquier empleo o función pública financiada con fondos estatales, lo que implica que Ríos dejó de ser alcaldesa al asumir su nuevo cargo gubernamental.
El dictamen fue solicitado por diputados de oposición, así como por el exconcejal Germán Sylvester. Tras la publicación del informe, legisladores como Jorge Guzmán, Gustavo Benavente y Ximena Ossandón demandaron que Ríos renuncie de inmediato a su puesto en el Gobierno, argumentando que se intentó sortear al Concejo Municipal para facilitar su nombramiento como subsecretaria.
