En un giro importante dentro del Caso Hermosilla, el fiscal nacional, Ángel Valencia, ha reasignado las investigaciones vinculadas a los ministros Antonio Ulloa y Verónica Sabaj a la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich. Este cambio se realizó hoy, lunes 5 de mayo, marcando un nuevo capítulo en las indagatorias sobre presuntas irregularidades en el nombramiento de ministros y fiscales judiciales en Chile.
Anteriormente, ambas causas eran gestionadas por distintas fiscalías regionales, que incluyeron allanamientos y confiscación de dispositivos electrónicos de alto perfil, como el celular del ministro del Tribunal Constitucional, Héctor Mery, aunque esta acción fue anulada por la Corte Suprema. Con la nueva asignación, la fiscal Claudia Perivancich pasará a dirigir tres investigaciones relacionadas con el escándalo del Caso Hermosilla, enfocándose en posible negociación incompatible y tráfico de influencias.
El Caso Hermosilla ha sacudido los cimientos del sistema judicial chileno, desatando controversias internas y debates públicos sobre ética judicial. Entre las figuras involucradas, destaca el ministro Ulloa, sospechoso de coordinar con el penalista Luis Hermosilla para influir en numerosos nombramientos de jueces y fiscales, incluyendo su propio posicionamiento como ministro.
Además, la investigación sobre Verónica Sabaj, también en manos de la fiscal Perivancich, indaga posibles delitos relacionados con revelación de secretos, cohecho agravado y prevaricación judicial, tras revelarse sus intercambios con Hermosilla. En este contexto, el Consejo de Defensa del Estado ha decidido querellarse contra Sabaj.
Este caso ha puesto de manifiesto las tensiones entre el Ministerio Público y otros poderes del Estado, generando un inusitado nivel de escrutinio público sobre el proceso de nombramientos dentro del Poder Judicial. La fiscal Claudia Perivancich ahora tiene la tarea de esclarecer estas acusaciones, con el objetivo final de restaurar la confianza en las instituciones judiciales del país.
