En el panorama político chileno, la discusión sobre seguridad y cárceles ha generado un intenso debate. Ex autoridades del Ministerio de Justicia han levantado críticas hacia el ministro Jaime Gajardo, acusado de querer ‘despolitizar’ esta compleja discusión. Mientras tanto, en el Congreso, se escucha un llamado claro a construir más instalaciones penitenciarias y a mejorar las condiciones actuales para enfrentar el crimen organizado de manera efectiva.
La presión política se intensifica con las propuestas de diferentes candidatos, como Evelyn Matthei, quien sugiere la construcción de recintos de alta seguridad inspirados en las iniciativas del presidente salvadoreño Nayib Bukele. Este enfoque ha levantado diversas opiniones y demandas de medidas más serias, además de capacitar adecuadamente a las fuerzas de seguridad para hacer frente a delincuentes de alta peligrosidad.
En este contexto, los parlamentarios también han cuestionado la lentitud en la ejecución de las obras para nuevas cárceles, impulsando la adopción del modelo italiano como una posible solución. Este modelo podría ofrecer un enfoque alternativo para abordar el problema del hacinamiento y la seguridad en las instituciones penitenciarias, aspectos críticos de cara al futuro inmediato del país.