La reciente muerte del Papa Francisco ha iniciado una significativa etapa de transición dentro del Vaticano conocida como “Sede Vacante”, un periodo que generalmente se extiende entre 15 y 20 días hasta que el Cónclave seleccione al nuevo pontífice. Mientras tanto, el Camarlengo, Kevin Farrell, es el encargado de mantener la administración hasta el nombramiento del nuevo líder de la Iglesia Católica.
En este contexto, el Colegio Cardenalicio ya se está enfocando en delinear los posibles sucesores, señalando a 22 cardenales que podrían asumir el papado. Estos candidatos provienen de diversas regiones del mundo y son reconocidos por sus variadas trayectorias, edades y responsabilidades dentro de la Iglesia.
El proceso de selección del nuevo Papa es un momento crucial no solo para la Iglesia, sino también para sus millones de fieles alrededor del mundo. Este tiempo de transición está marcado por la expectativa y el análisis de las cualidades y visiones que los diferentes candidatos pueden aportar al futuro de la Iglesia. Los cardenales buscan no solo a alguien que continúe con el legado de Francisco, sino también a uno que pueda enfrentar los desafíos contemporáneos que afectan a la institución y a sus comunidades.
El mundo estará atento al desarrollo de este proceso que promete no solo definir el futuro inmediato del Vaticano, sino también marcar el camino para la Iglesia Católica en los próximos años.