En un reciente mensaje en su plataforma Truth Social, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo fuertes declaraciones contra la Universidad de Harvard, calificándola como una ‘amenaza para la democracia’. Trump no se contuvo al acusar a la emblemática institución de ser ‘antisemita’ y de tener una inclinación hacia la ‘extrema izquierda’.
El mandatario estadounidense mostró su descontento por lo que considera una alta aceptación de estudiantes internacionales por parte de Harvard. Según Trump, estos estudiantes tendrían el objetivo de ‘destruir el país’. Este nuevo enfrentamiento entre la administración republicana y Harvard ha escalado tras la decisión del gobierno de retirar fondos federales a la universidad, después de que esta se negara a cumplir con ciertas presiones políticas.
El conflicto entre el presidente y Harvard se suma a una serie de tensiones que el gobierno ha mantenido con instituciones educativas de élite, acusándolas frecuentemente de adoctrinamiento político y de falta de patriotismo. Esta disputa representa un capítulo más en la compleja relación que Trump ha mantenido con instituciones percibidas como liberales o progresistas a lo largo de su mandato.
