Isabel Allende, senadora del Partido Socialista, se despidió del Senado tras tres décadas de servicio. En un emotivo discurso, la senadora expresó su descontento con la decisión del Tribunal Constitucional, que aún no es oficial, pero que podría terminar abruptamente su carrera legislativa. A pesar de la tristeza y el descontento, Allende mantuvo su frente en alto, resaltando su compromiso con Chile.
Allende criticó abiertamente el fallo del TC, arguyendo que este, aunque legal, transgrede principios básicos de justicia y democracia. Reconoció su responsabilidad bajo el artículo 60 de la Constitución, pero enfatizó su buena fe al actuar siempre dentro del marco institucional.
Durante su discurso, subrayó su honestidad, reiterando que jamás usó su cargo para ganancias personales. Isabel Allende se despidió con serenidad y esperanza, reafirmando su amor por Chile y su compromiso inquebrantable con el servicio público.
La despedida culminó con el apoyo de varios parlamentarios y un gesto simbólico de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, quien le entregó un ramo de flores, subrayando el reconocimiento a su trayectoria política.
