Este miércoles se implementaron en Estados Unidos nuevos aranceles del 104% dirigidos a las importaciones provenientes de China, intensificando así la guerra comercial que Donald Trump inició durante su presidencia. Esta medida convierte a China en el país más afectado por la política comercial norteamericana actual. Según la Casa Blanca, esta decisión responde a las recientes acciones del Gobierno de Xi Jinping, quien instauró tasas del 34% sobre productos estadounidenses.
Trump, quien sigue siendo una figura influyente en esta pugna, amenazó con aumentar un 50% más los aranceles al país asiático. Previo a la entrada en vigor de esta medida, el exmandatario publicó en Truth Social que “China está desesperada por llegar a un acuerdo” y aseguró que está “esperando su llamada” para iniciar negociaciones.
Denominados por Trump como “aranceles recíprocos”, entraron en vigencia en Washington desde la medianoche. Además, la Administración estadounidense informó que 70 países han comenzado conversaciones para discutir las tasas comerciales y explorar acuerdos posibles. Este escenario plantea significativos retos para la economía global y pone en evidencia la compleja dinámica entre estas dos potencias mundiales.
