El descontento social ha adquirido un nuevo nivel en Estados Unidos, donde miles de personas han salido a las calles en ciudades como Washington, expresando su rechazo a las políticas implementadas por Donald Trump y Elon Musk. Este es el inicio de lo que promete ser una ola de 1.200 manifestaciones en todo el país, marcando la mayor movilización desde el segundo mandato de Trump.
Las protestas se centran en temas críticos como el recorte de programas sociales, despidos de funcionarios, inmigración, aranceles y educación. Los manifestantes no han escatimado en mostrar su frustración, dejando claro que están dispuestos a alzar su voz ante lo que consideran una gestión insensible y dañina para la población.
Pero este fenómeno no se limita a EE.UU.; el eco de estas protestas ha resonado también en diversas capitales de Europa y América Latina, donde miles de ciudadanos han tomado las calles para expresar su solidaridad y sus propios reclamos contra políticas que perciben como injustas. La situación se vuelve crítica y es un claro reflejo de la creciente convulsión social que se apodera de varios países en diferentes continentes.
