A pesar de que la producción de litio en Argentina alcanzó un récord histórico en 2024 con 67,000 toneladas, este incremento no se ha traducido en mejoras significativas para las provincias ricas en este mineral. Las estadísticas reveladas por el INDEC pintan un panorama desolador: la pobreza en las regiones productoras de litio, como Jujuy, Salta y Catamarca, todavía se sitúa por encima del 40%.
Si bien el Gobierno de Javier Milei se jacta de que la pobreza ha disminuido del 52.9% al 38.1% a nivel nacional, las riquezas no han permeado en las localidades cercanas a las minas. En Jujuy, por ejemplo, directa y paradójicamente, el 40% de la población vive en condiciones de pobreza, mientras que en Salta y Catamarca, las cifras son aún más alarmantes, alcanzando el 41.2% y 45.8% respectivamente.
La producción de litio ha facilitado la creación de apenas 5,124 empleos directos en estas provincias, un número irrisorio considerando que la Población Económicamente Activa (PEA) de Jujuy, Salta y Catamarca asciende a 589,000 personas. Y aunque los anuncios de nuevas inversiones fluyen, en la práctica, solo hay cuatro proyectos en operación, lo que pone de manifiesto la lenta evolución de la industria en comparación con las expectativas generadas.
La exsecretaria de minería, Flavia Royón, y otros dirigentes locales afirman que, a pesar del fervor político por el litio, su impacto en la lucha contra la pobreza es mínimo. Comentarios recurrentes destacan que la industria aún no se ha desarrollado lo suficiente para tener un efecto positivo significativo, pues “no podemos depender únicamente de la minería de litio para combatir la pobreza”, enfatizó Royón.
Alfredo Marchioli, diputado provincial, subraya la gran discrepancia entre la revolución que se prometió con el litio y la realidad actual. Esta industria, catalogada como el “oro blanco”, se enfrenta al duro golpe de la realidad: la falta de industrialización y una base tecnológica que permita maximizar su potencial. En 2025, se espera un aumento en la producción, pero a este paso, los beneficios seguirán siendo un espejismo para quienes habitan en estas tierras ricas en mineral.