La semana que comienza se presenta como un momento decisivo para el Gobierno de Javier Milei y su partido La Libertad Avanza (LLA). Con el horizonte electoral cada vez más cercano, el Congreso se convierte en el epicentro de un ambiente político enrarecido, marcado por derrotas recientes en el Senado y la búsqueda desesperada de alianzas.
La LLA ha intentado consolidar su posición en medio de un panorama fragmentado y ha visto cómo sus antiguos aliados comienzan a tambalearse. Las tensiones no solo son palpables en la Casa Rosada, sino que el clima legislativo refleja una creciente presión ante los retos de la agenda electoral.
El martes 8 de abril, la Cámara de Diputados acogerá una sesión especial, donde la oposición ha solicitado abordar varios temas candentes, entre ellos el escándalo de la criptomoneda $Libra y problemas vinculados a la obra pública. La creación de una comisión investigadora sobre $Libra es uno de los puntos más destacados y busca interpelar a altos funcionarios del gobierno.
Al día siguiente, el Senado discutirá leyes tales como la Ficha Limpia, que pretende descalificar a aquellos condenados por corrupción para ocupar cargos públicos. Con 144 votos a favor en Diputados, su futuro parece incierto debido a un clima adverso y divisiones internas entre oficialismo y oposición.
El principal obstáculo para la oposición será alcanzar el quórum necesario, contando específicamente con el apoyo de algunos legisladores de la UCR y otros sectores provinciales. Además, la tensión entre el PRO y LLA añade otra capa de incertidumbre a la situación.
En un contexto donde la presión política se intensifica, el oficialismo también buscará marcar presencia en comisiones legislativas, discutiendo iniciativas clave como la reducción de la edad de imputabilidad. Pero el camino hacia el éxito legislativo se presenta lleno de desafíos, muchos de los cuales dependen de la capacidad del Gobierno para superar sus propias divisiones.