El Tribunal Penal de Francia ha condenado a Marine Le Pen a cinco años de inelegibilidad, tras hallarla culpable de malversación de fondos públicos. Esta sentencia, anunciada este lunes, podría impedir que la tres veces candidata a la presidencia regrese a la contienda electoral en 2027.
Le Pen, quien abandonó la sala al escuchar la inhabilitación, ha sido señalada por su ‘papel central’ en un sistema diseñado para desviar recursos del Parlamento Europeo. Se estima que el perjuicio total asciende a 2,9 millones de euros, a pesar de que el Parlamento Europeo había calculado daños por 4,5 millones.
La pena se complementa con cuatro años de prisión, de los cuales cumplirá dos con un brazalete electrónico, lo que la mantiene fuera de la cárcel. Ante la condena, su abogado, Rodolphe Bosselut, afirmó que apelará y calificó la decisión como un ‘golpe a la democracia’.
Las reacciones no tardaron en llegar. Jordan Bardella, presidente de su partido, la Agrupación Nacional, la defendió argumentando que ‘no sólo Marine Le Pen ha sido condenada injustamente, sino la democracia francesa ha sido ejecutada’. Mientras que desde el campo opositor, Marine Tondelier, secretaria de los Ecologistas, expresó que ‘Le Pen debe pagar su pena’.
Afuera de Francia, el Kremlin criticó la decisión, alegando ser una ‘violación de las normas democráticas’. Asimismo, líderes de extrema derecha de Europa, como Geert Wilders y Santiago Abascal, expresaron su apoyo a Le Pen, anticipando su éxito en la apelación.
Con esta condena, el futuro político de Marine Le Pen queda en incertidumbre, planteando interrogantes sobre el impacto en su partido y en la política francesa en general.
