Por: Claudia Molina B.
El Hospital San José, ubicado en la comuna de Independencia, Santiago, ha sido objeto de múltiples denuncias que evidencian una profunda crisis en su gestión y operatividad. La periodista que suscribe este artículo ha destacado en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter) diversas irregularidades que afectan tanto a pacientes como a funcionarios del recinto. Pero, durante esta última semana, la crisis quedó mucho más visible con el actuar del mismísimo director del Servicio de Salud Metropolitano Norte, Antonio Infante Barros quien, alejado de la ética profesional agudizó mucho más la crisis cuando amenazó al director (S) Dr. Marcelo Olivares.

Denuncias realizadas en X
En las publicaciones mencionadas, esta periodista señaló con antelación que el Hospital San José se ha ido convertido en un “centro neurálgico de la corrupción en la salud pública chilena”. Entre las irregularidades mencionadas, destaca la contratación de servicios y adquisiciones que beneficiarían a empresas privadas en detrimento del servicio público. Además, ha enfatizado la necesidad de que las instituciones de control revisen minuciosamente estos procesos y se instruyan los sumarios correspondientes para esclarecer responsabilidades.
Crisis administrativa y financiera
Un informe de la Contraloría General de la República, publicado en junio de 2024, reveló graves falencias en la gestión contable, inventario y contrataciones del hospital. Entre los hallazgos se incluyen equipos médicos almacenados sin uso durante años, ascensores fuera de servicio por falta de mantenimiento y salas de espera sobrepobladas. Estas deficiencias no solo afectan la calidad de la atención, sino que también aumentan el riesgo de fraudes y corrupción dentro de la institución.
Posterior al informe final de auditoría financiera Nº29 de junio de 2024 emanado desde le CGR y que dio cuenta de diversas falencias, el director de la red de Salud Norte, Antonio Infante Barros, ex militante PPD, pero, no totalmente desvinculado de las ‘vacas sagradas’ de la colectividad, envió una carta al Complejo Hospitalario San José con medidas para combatir el desorden y eventual corrupción reveladas por Contraloría; Sin embargo, tardó meses en remover del cargo al director Patricio Vera Mutizabal, quien se encontraba absolutamente cuestionado por su labor y las múltiples denuncias que lo comprometían con actos administrativos que podrían constituir delitos. Con todos los antecedentes a la vista, Infante sólo removió a Vera Mutizabal en enero del presente año y en su reemplazo asumió la subrogancia el doctor Jorge Ramírez, quien había ganado por ADP la subdirección médica del Servicio de Salud Metropolitano Norte, en ese entonces muy amigo de Infante, pero, Infante igualmente destinó a Ramírez al Hospital San José a asumir como director (S). Al asumir el cargo, Ramírez, tuvo que enfrentar la despedida del SSMN con reclamos por parte de los gremios y, a la vez, fue recibido en el HSJ también con manifestaciones de descontento, debido a que su ascenso surgió con un número de denuncias por maltrato laboral y persecución, por lo que los funcionarios no comprendían cómo pudo obtener el cargo por ADP para el Servicio y fuese enviado al hospital, por lo que manifestaron todo el descontento ante Infante y, también, repasaron al organismo que interviene en estos concursos, es decir, el Servicio Civil.
Pasaron los meses y los cambios que habría exigido Infante Barros, se convirtieron en una caja de pandoras que él mismo liberó.
Intervención en sumario interno
Si bien existe una cantidad infinita de sumarios administrativos que se están llevando a cabo, existe uno que aceleró el descalabre del Hospital San José y del mismo SMMN y se trata de un sumario para la que designaron como fiscal del hospital a la doctora y Jefa de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) Erika Dahl porque la investigación sumaria debía dar respuestas a casi dos decenas de ítems que la CGR habría solicitado con anterioridad y que, desde el hospital nunca respondieron. Debido a la cantidad de información que debía recopilar e informar a la entidad fiscalizadora, a la fiscal Dra. Dahl, le asignaron dedicación exclusiva. Sin embargo, lo que debía mantener tranquilo al director del Servicio de Salud Metropolitano Norte, al parecer lo inquietó y buscó la forma de recusar a la doctora y fiscal del sumario a través de presiones y amenazas directas al director (S) Olivares. Infante le dijo a Olivares que si no recusaba a Dahl afectaría la posibilidad de ascender a director titular, idea que Olivares tendría para un futuro de mediano plazo.
¿Por qué razón Infante se preocupó y decidió recusar a Dalh? es lo que deberá responder el director del SSMN ante el recién nombrado Subsecretario de Redes Asistenciales, Bernardo Martorell Guerra y/o ante la Ministra de Salud, Ximena Aguilera, claro, si les interesa salir del zapato chino en que los metió el mismo Infante.

Ximena Aguilera. Ministra de Salud
En democracia, sobre la ley, no hay nadie (…)
Debido a las presiones que comenzó a recibir Olivares y que, por razones obvias, fue informada la fiscal, ésta tomó la decisión de emitir una carta a Infante Barros, donde le señala con claridad que lo que ha hecho el director del Servicio podría ser constitutivo de un delito. Es decir, Dahl presentó la carta al director, Infante y, a la vez la misma misiva fue derivada al Ministerio de Salud, el Ministerio Público y la Contraloría General de la República donde denunció las actitudes y acciones de Antonio Infante. Dahl, en la carta acusa a Infante de interferir en un sumario administrativo relacionado con irregularidades financieras y administrativas, solicitando su remoción del cargo que desempeña en el hospital.
Al finalizar la contundente carta enviada por la doctora Erika Dahl, se lee: “En democracia, sobre la ley, no hay nadie. Y eso lo incluye a usted y a mí”, lo que demuestra la convicción, entereza, probidad y vocación de la denunciante fiscal.
Consultadas diversas fuentes que a reserva de identidad señalaron que “La Dra. Dahl cuenta con una trayectoria impecable, jamás ha estado en problemas de conducta o de malas prácticas en todos los ámbitos que uno puede ver en el hospital. Tiene buen trato y es una persona con mucho sentido de la justicia. También es muy directa, pero, nunca faltando el respeto, es una mujer seria, responsable y muy decente“, señalaron médicos, Tens, funcionarios para este reportaje.
Llamado a la acción
A las denuncias realizadas por la periodista Claudia Molina B. se fueron sumando las de otros actores que resaltan la urgencia de intervenir en el Hospital San José para corregir las irregularidades detectadas. Es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas concretas para garantizar una gestión transparente y eficiente, asegurando así una atención digna y de calidad para los pacientes que dependen de este establecimiento de salud. Así, también, los funcionarios que ya se encuentran cansados de ver y vivir tanta corrupción y las infaltables “movidas” de directores del hospital como del Servicio, exigen la salida inmediata de Antonio Infante. “Si él [Infante] no renuncia, esperamos que sea la ministra o el Subsecretario de Redes Asistenciales se tomen esta situación muy en serio esta vez, estamos cansados de esperar que llegue alguna solución decente, hasta hoy sólo aspirinas, burlas y abandono es lo que hemos recibido, señaló uno de los dirigentes de un gremio del Hospital San José.
Hasta el cierre de esta edición, la doctora y fiscal del sumario en cuestión, Erika Dahl, declinó referirse al tema.
Hoy la pelota queda en el lado de las autoridades y veremos qué decisión adoptarán ante tan grave situación, porque esperar que Antonio Infante sienta algo de vergüenza y renuncie, no está dentro de las probabilidades, aunque debería.

Bernardo Martorell. Subsecretario (S) Redes Asistenciales