En una noticia que no sorprende a muchos, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ha lanzado un fuerte ataque verbal contra el presidente de Chile, Gabriel Boric. Acusó al presidente chileno de utilizar el asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda como parte de una estrategia para perjudicar la imagen de su país. En sus declaraciones, Saab no escatimó en calificaciones, catalogando la investigación chilena como “pirata” y “mediocre”.
Este intercambio contundente de acusaciones se produce en medio de la entrega por parte de Chile de información a la Corte Penal Internacional. Dicha información sugiere un posible móvil político en el crimen de Ojeda, quien, según Saab, había estado involucrado en actividades conspirativas con el propósito de derrocar al régimen de Nicolás Maduro. Hay quienes podrían considerar que las críticas de Saab solo añaden leña al fuego, en un marco ya tenso entre ambas naciones.
Las repercusiones de toda esta situación llevan a cuestionarnos si lo que sucede es simplemente un conflicto diplomático más, o si realmente hay una estrategia del gobierno chileno que busca deslegitimar la administración de Maduro. La administración de Boric, que ya ha enfrentado críticas tanto internas como externas, ahora debe lidiar con las reacciones de un régimen que no toma bien las ofensivas en su contra.