Johannes Kaiser, aspirante a la presidencia por el Partido Nacional Libertario, ha encendido el debate en torno al derecho a portar armas en Chile. En una reciente entrevista en Mesa Central de T13, Kaiser aseguró sin titubear que “un ciudadano honesto tiene derecho a un arma, tiene derecho a poder defenderse”, en un momento donde la crisis de seguridad se agudiza en el país.
Su defensa del uso de armas no es solo teórica. Kaiser ha llevado su mensaje a las redes sociales, publicando un video en un polígono de tiro que le valió el apoyo de José Antonio Kast (Republicanos) y la desaprobación de la opinión pública. En este video, expresó que “le duele a la izquierda” que la gente comprometida con su seguridad pueda enfrentarse a “delincuentes, terroristas y narcos”.
Sin embargo, sus afirmaciones han provocado reacciones diversas en el espectro político. El subsecretario del Interior, Luis Cordero, alertó que la liberalización del uso de armas podría desencadenar “espirales de violencia”, un argumento respaldado por evidencia internacional comparativa.
Detrás de este fervor y convicción de Kaiser, se encuentra un basamento familiar que escapa a los ojos del público. Su hermano menor, Leif Magnus Kaiser, es el líder de la Asociación Chilena del Rifle (ACDR), que promueve la tenencia responsable de armas y el derecho a la autodefensa ciudadana desde 2021. Leif, empresario de renombre, ha hecho públicas sus convicciones a pesar de un personal episodio violento que vivió en 2017.
La ACDR, que cuenta con más de ocho mil inscritos, tiene un logo que recuerda a la famosa NRA estadounidense, y sus discursos han encontrado eco en campañas publicitarias donde critican la Agenda 2030, acusando al gobierno de Gabriel Boric de restringir las libertades. Mientras Kaiser sigue defendiendo el derecho a la autodefensa, su hermano y la ACDR galvanizan un movimiento que busca legitimar dicha ideología en el ámbito social y empresarial.