El actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y la candidata opositora, Luisa González, vivieron una intensa noche durante el único debate previo a la segunda vuelta de las elecciones. Ambos, conscientes de la importancia de este encuentro, se lanzaron acusaciones que reflejaron las tensiones políticas del país.
Noboa, buscando desestabilizar a su contrincante, centró sus ataques en la relación de González con figuras políticas polémicas como el ex presidente Rafael Correa y el actual dictador venezolano, Nicolás Maduro. La defensa de González no se quedó atrás, cuestionando decisiones del gobierno como la concesión de una joya petrolera a un consorcio chino y problemas legales asociados a miembros de su partido, Acción Democrática Nacional (ADN).
El clima se tornó más tenso cuando González retó a Noboa a someterse a una prueba antidoping tras las insinuaciones sobre el narcotráfico. Este aspecto se volvió crucial, ya que Noboa fue preguntado sobre investigaciones a su empresa familiar, Noboa Trading, relacionada con el narcotráfico. A pesar de su insistencia en que la fiscalía había descartado la complicidad de su empresa, el cuestionamiento de su opponente resonó en el debate.
Con una habilidad retórica, Noboa intentó desviar la atención con frases como “Luisa te desdolariza”, centrándose en la economía del país. Sin embargo, ambos candidatos mostraron debilidades, con González perdiendo el control en ciertos momentos, contrastando con la imagen serena de Noboa.
A medida que se acercan las elecciones del 13 de abril, ambos candidatos se posicionan en una carrera extremadamente reñida, con encuestas que no presentan grandes diferencias. Según analistas, la preparación y el desempeño en el debate podrían afectar significativamente la decisión de los votantes en la segunda vuelta.
