En el marco de su visita a Japón, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció sobre el proceso judicial que enfrenta su predecesor, Jair Bolsonaro, por un supuesto intento de golpe de Estado. Lula manifestó su deseo de que “la justicia haga justicia”, instando a que si Bolsonaro es inocente, así sea declarado, pero si es culpable, debe ser castigado.
La Corte Suprema de Brasil, de manera unánime, decidió que Bolsonaro deberá ser juzgado por presuntamente liderar una organización criminal destinada a impedir la investidura de Lula tras las elecciones de 2022. Lula fue contundente al afirmar que “es visible que el expresidente intentó dar un golpe en el país” y que, además, había buscado contribuir a su asesinato y al del vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Por otro lado, Lula no se detuvo ahí. En su crítica hacia la política comercial de Estados Unidos, expresó que Donald Trump “no es el sheriff del mundo” y advirtió que Brasil no planea quedarse pasivo ante los nuevos aranceles que el mandatario estadounidense anunció. “No podemos quedarnos quietos creyendo que solo ellos tienen razón” enfatizó.
Lula también anunció que Brasil recurrirá a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para enfrentar las tarifas del 25% al acero impuestas por Estados Unidos, aunque no reveló si su país responderá imponiendo gravámenes sobre productos estadounidenses. Este episodio refleja la creciente tensión entre Brasil y Estados Unidos, que podría tener repercusiones significativas para ambos países en el ámbito comercial.
