En medio de un clima de tensión y confusión, los pescadores artesanales se han tomado las calles de Chile para manifestarse contra la controvertida “Ley de Fraccionamiento”, una iniciativa del Gobierno que ha generado más descontento que consenso. Las protestas comenzaron en la madrugada, con agrupaciones de pescadores bloqueando rutas clave como la Ruta 5 Sur en Tongoy, en la región de Coquimbo, donde aproximadamente 200 personas levantaron barricadas que interrumpieron el tránsito durante casi dos horas.
La respuesta de Carabineros fue rápida, logrando restablecer la normalidad en el tránsito. Sin embargo, la situación no se limitó a Coquimbo, ya que en la región del Maule, los pescadores también lograron paralizar la circulación en el cruce Constitución-San Javier. A pesar de la intervención de la concesionaria de la ruta, el eco de la disidencia resonó a lo largo del país.
Se anticipa que las protestas continuarán, coincidiendo con la discusión en la Comisión de Hacienda sobre la controversial ley. Los pescadores, tanto artesanales como industriales, se han mostrado reacios a los cambios propuestos, alegando que la modificación de las cuotas de captura podría perjudicar a los más vulnerables. Si bien la propuesta busca aumentar las cuotas para los pescadores artesanales, algunos creen que, tras varias modificaciones, se corre el riesgo de dejar en desventaja a este sector.
Este debate se inserta en un contexto más amplio, donde la Ley de Fraccionamiento intenta abordar las demandas de un sector que clama por justicia y equidad. La ley, que muchos asocian con la lenta discusión de la Ley de Pesca, conocida como “Ley Longueira”, ha encendido los ánimos en un país donde la pesca es más que una actividad económica; es un estilo de vida.
