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Primarias Amplias: Democracia inclusiva y sus desafíos

Por: Claudia Molina B. Marco Enríquez-Ominami ha sido el político chileno que más ha expresado su apoyo a la realización de primarias amplias, un sistema que permitiría una mayor inclusión y participación dentro de los procesos electorales. Las “primarias amplias” se refieren a un tipo de elección interna en la que no sólo participan los […]

Por: Claudia Molina B.

Marco Enríquez-Ominami ha sido el político chileno que más ha expresado su apoyo a la realización de primarias amplias, un sistema que permitiría una mayor inclusión y participación dentro de los procesos electorales. Las “primarias amplias” se refieren a un tipo de elección interna en la que no sólo participan los militantes de los partidos políticos, sino también personas no afiliadas a partidos, lo que puede dar lugar a una representación más diversa y democrática.

Las primarias amplias son una propuesta que se ha discutido en diversos países como una forma de hacer más inclusivos y representativos los procesos de selección de candidatos. En lugar de limitar las elecciones internas a los militantes de un partido político, las primarias amplias permiten que cualquier persona, independientemente de su afiliación política, pueda participar en la elección de los candidatos ofreciendo ofrece una serie de ventajas, pero, también, plantea ciertos desafíos.

Ventajas

Son varias las ventajas que ofrece un proceso de realización de Primarias Amplias, por ejemplo, mayor inclusión, esto porque un proceso permite que personas no afiliadas a partidos políticos, y en general, aquellos que se consideran independientes o ciudadanos interesados, puedan influir en la selección de los candidatos entregando una voz más directa al electorado, fuera de las estructuras partidarias tradicionales.

Otra de las ventajas que ofrece un proceso como el que ha defendido Enríquez-Ominami es el fortalecimiento de la democracia pues, al permitir una mayor participación se incrementa la legitimidad de los procesos electorales y se fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad democrática en un mayor número de ciudadanos. Por otra parte, se produce inmediatamente la presentación de diversidad de candidatos, permitiendo la entrada de nuevos actores políticos y la posibilidad de que surjan candidatos que no estén, necesariamente, vinculados a los partidos tradicionales. Esto puede enriquecer el panorama político con ideas frescas y diferentes generando, a la vez, una representación más precisa porque las primarias amplias reflejan de manera más precisa las preferencias de la ciudadanía en general, no sólo de los miembros de un partido. Esto puede resultar en candidatos que representan mejor la diversidad de la población y, por ende, se reflejaría en una mayor competencia con la inclusión de votantes no afiliados ya que los partidos no podrían confiar únicamente en su base militante para elegir a sus candidatos. Esto puede llevar a una mayor calidad en las propuestas y en la selección de líderes.

    Desafíos y críticas

    Sin duda que iniciar una forma distinta de elección de candidatos para la presidencia como es lo que busca una fórmula como la mencionada, provocaría que los propios partidos podrían -en la interna- enfrentarse a un descontrol y falta de coherencia partidaria.  Algunas voces críticas argumentan que las primarias amplias pueden diluir la identidad de los partidos políticos, pues los votantes que no están comprometidos con las ideologías y plataformas de un partido pueden elegir a candidatos que no reflejan los valores fundamentales de un determinado partido dando cabida al riesgo de manipulación, pues existiría la posibilidad de que ciertos grupos externos intenten influir en el proceso para imponer candidatos que favorezcan sus intereses, lo que podría distorsionar el propósito de las primarias amplias y podría generar un desgaste de recursos debido a que al organizar primarias amplias puede ser más costoso y logísticamente complejo debido a que debe garantizarse una infraestructura que permita la participación de un mayor número de votantes, incluyendo a los no militantes. Finalmente, si los partidos políticos no logran llegar a consensos internos antes de las primarias amplias, el proceso puede resultar en una fragmentación del voto y en la selección de candidatos muy polarizados, lo que puede dificultar la unidad y cohesión posterior en una campaña electoral. Sin duda que este último punto es preocupante, pero, es lo que los mismos partidos políticos así como los candidatos que se postulan deberían comprometerse a trabajar con apego estricto y ético político, social y moral en el desarrollo y ejecución de una nueva forma de hacer frente a las exigencias y necesidades de una sociedad que, cada cuatro años, debe elegir de mejor manera a la persona que guiará el destino del país.

    En resumen, las primarias amplias es un concepto que busca reformar el sistema electoral y hacerlo más inclusivo, permitiendo que los ciudadanos, independientemente de su afiliación política, participen activamente en la selección de candidatos. Si bien ofrece ventajas en términos de representación y democratización, también enfrenta desafíos prácticos y políticos que deben ser considerados cuidadosamente.

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