La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, ha dado a conocer importantes avances en la reforma de pensiones que entrará en vigor en Chile. Según sus declaraciones, en mayo se implementará un seguro de lagunas para trabajadores cesantes, mientras que en agosto comenzará la cotización obligatoria del empleador. Para añadir un toque de drama a la situación, se ha anunciado un aumento en la Pensión Básica Solidaria para aquellos mayores de 82 años y pensionados por invalidez, y se estima que 1.400.000 pensionados verán un incremento en el reconocimiento por años cotizados.
Sin embargo, la ministra no se limitó a celebrar estos anuncios. También lanzó una crítica directa a la propuesta de rebaja de impuestos presentada por la candidata Evelyn Matthei, sugiriendo que tal medida podría poner en riesgo la financiación de servicios públicos esenciales. Este choque de propuestas deja claro que la discusión sobre pensiones en Chile no solo se centra en lo que se va a implementar, sino también en cómo se va a financiar. Se plantea así una batalla ideológica entre las propuestas de izquierda y derecha en un escenario donde los ciudadanos empezarán a notar los efectos de estas reformas.
En un país donde la economía se convierte en un tema crucial, más vale seguir de cerca cómo se desarrollan estas propuestas y cuál será su impacto en la población. Con estas reformas, el gobierno de Gabriel Boric continúa su camino por reformar un sistema que ha sido históricamente criticado.
