En Cañete, Región del Bío Bío, el pasado 22 de marzo de 2025, se llevó a cabo la audiencia de control de detención de Tomás Antihuen Santi, de 22 años, acusado del asesinato de tres carabineros ocurrido el 27 de abril de 2024. El Juzgado de Garantía de Cañete decidió extender su detención por un lapso de 48 horas, permitiendo recopilar más antecedentes sobre su implicación en el crimen y realizar peritajes de las armas incautadas tras su arresto.
La defensa de Antihuen, representada por la abogada Nelly Díaz, no se opuso a esta ampliación, lo que sugiere una estrategia de colaboración frente a las evidencias que se presentarán. La formalización del caso está programada para el lunes 24 de marzo, mientras que el juicio oral se fijó para el 23 de abril. Este caso ha captado la atención pública, no solo por la brutalidad de los hechos, sino también por el contexto de violencia que se vive en ciertas zonas de Chile.
Antihuen fue detenido sin resistencia en una cabaña cercana al lago Lleulleu, donde se encontró una subametralladora UZI que, según indagaciones, podría haber sido sustraída a los carabineros fallecidos. Este detalle añade un nuevo elemento al horror del crimen, que ha dejado una huella profunda en la sociedad chilena.